Elementos sustanciales de todo
aquel que sirve, ayuda, conoce, identifica, fortalece, y debilita para ocupar
una secretaría particular.
Virtudes y disciplina que son
determinantes en aquél que es incorporado a ocuparla (si es que su “jefe”
sabe).
¿Pero estas hasta cuando se
terminan?
¿Pueden ser hasta la muerte de
quien sirvieron o hasta que ya no colaboran con él o ella?
En el mundo de la política
internacional se dan casos de quien ocupo una secretaría privada, da cuenta después
de algún tiempo de las acciones, actividades, hechos de quienes acompañaron y
sirvieron tanto públicos como privados.
Puede alguien que tenga las características
casi militares de lealtad, secrecía, discreción, borrar la mejor impresión de
quién se ostentó como el “jefe”. Puede esté en relación a la información que
tiene después de algún tiempo darla a conocer; lo que vivió, vio, observo, se
enteró durante su desempeño.
“La lealtad se pierde, la secrecía
se omite y la discreción se funde, cuando se da a conocer los aspectos públicos
y de la vida privada de alguien”.
De ser así, entonces los que se
ocupan de la labor de la confianza y de la lealtad, omitan seguir colaborando
con ellas, si es que después el mundo se entera de algo que no debe trascender.
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