Tal vez el
último Mohicano del poder que estuvo en una secretaría particular, sea el hoy
senador Gamboa Patrón.
La nueva
figura presidencial y estatal de apoyo ejecutivo, está representada por el
actual Jefe de Oficina, con mayor margen de maniobras tanto políticas y
administrativas.
En 1946 la
secretaría presidencial se modificó como órgano auxiliar del Ejecutivo mexicano
para convertirse en “Secretaría de la Presidencia” con más peso específico y
facultades más amplias.
En 1976, se
restituye la secretaría particular y con ella la historia de hombres que
brillaron en la política y en la administración pública.
Es a partir
de la administración del licenciado Salinas de Gortari que se modifica
nuevamente la estructura de la oficina presidencial para dar lugar a la oficina
de Coordinación de la Presidencia de la República, y con ella disminuir hasta
entonces a la figura por antonomasia política y administrativa de las
secretarias particulares y también ahí se origina los cambios sustanciales de
operación y de poder de quienes fueron secretarios particulares presidenciales
que no han alcanzado el lustre de antiguamente.
Tanto la
presidencia de la república como algunos gobiernos estatales y jerarquías
políticas han modificado el entorno secretarial y lo han colocado como “privado”,
como en antaño.
Tal vez el
poder de los secretarios particulares ya no vaya hacer tan fuerte, pero está
figura surgirá de entre sus cenizas y recobrar su espíritu de poder que no se
le niega, pero que tampoco se le impulsa.
Los tiempos
cambian y con ellos las tradiciones y costumbres de los pueblos y es parecer
que en las magnas instituciones la figura a prevalecer sea la de Jefe de
Oficina y/o Chief and Chief.
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