EL
DICTADOR Y EL SECRETARIO
Lamentablemente
la figura del Secretario Particular, se involucra con personajes que la
historia universal no omite, pero que tampoco admira.
Martin
Bormann fue secretario privado, particular y, canciller (en acuerdos de
gobierno) de Adolf Hitler.
Cuando
el hombre de la absoluta confianza es reconocido en su labor, es compensado con
las “comisiones secretas y operativas del titular empoderado". Y es a partir de
ahí que demuestra su poder y afianza los contactos que hizo.
Cuando
el Secretario pone su agudeza a trabajar entonces empieza su poder, el de la
seducción e influencia.
Cuando
el Secretario tiene en su oficina el ventanal que lo asoma al mundo, entonces
debe empezar a manejar sus talentos y habilidades y contactos. Cuando está
encerrado sus sombras le inhibirán de toda visión e imaginación, así como de
todo contacto.
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