Quién ocupe una Secretaría
Particular de vanguardia, tendrá como compromiso, más allá de su propio
carácter, talento y temperamento, que seguir una regla de ORO: discreción
y tacto, para mantenerse en el cargo. Capacidad innata de guardar un
secreto; habilidad para tratar con alguien y llevar un acuerdo; mantenerse
proverbialmente siempre en el justo medio; actuar con cautela y con gran
reserva, y tener la calidad de actuar con buen juicio.
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